martes, 21 de octubre de 2014

Por una Ley de encuestas

Por una ley de encuestas

Las internas de junio dispararon nuevamente la discusión sobre las encuestas y las empresas encuestadoras. En esa discusión se pueden escuchar frases como "nuestras estimaciones deben ser la combinación de medición y modelización, medición y estimación" (Ignazio Zuasnábar, Equipos Mori), "si miramos la encuesta 'pelada' nuestra, se comportó mucho mejor que nuestro trabajo de estimación" (Mariana Pomiés - Cifra) o "el investigador principal suele tomar decisiones que tienden a equilibrar el resultado del relevamiento. Para ello recurre a ponderadores" (Daniel Chasquetti - ex Radar).

Con los valores reales de la elección que provee la corte electoral, podemos medir el impacto de esta ponderación en los resultados que las encuestas publicitan.

El método tiene como base el cálculo de la probabilidad del resultado de una encuesta para una muestra dada. Por ejemplo, la probabilidad del resultado Lacalle Pou 45% - Larrañaga 47% con una muestra de 1002 casos (Cifra) es de 0.3%. Para incluir el margen de error se suman las probabilidades de todo el rango. Siguiendo el ejemplo de Cifra, para un error de +/-3%  hay que sumar la probabilidad de todas las combinaciones que tienen Lacalle Pou entre 42% y 48% y Larrañaga entre 44% y 50%. Ese valor es 5.9% (Cálculos, datos y código de los programas)

A partir de estos cálculos es fácil ver que las encuestas tienen una probabilidad de ser válidas mucho menor que el 95% publicitado (entre un 20% y un 24% para las internas) y que la ponderación hace que no se dispersen hacia arriba y abajo de los valores reales, sino que se muevan en bloque. Como diría John Maynard Keynes, hay una mano invisible que hace que se sigan unos a otros.


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--     Saludos,   Daniel    ¡¡¡Cometamos nuevos errores!!!         www.mordecki.com   http://twitter.com/mordecki

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