El mal de Lucas
El Mal de Lucas designa un error muy común en el que a nivel miro y entiendo no es posible determinar si un elemento de la pantalla pertenece al grupo que está arriba o abajo de él. Es muy interesante porque su presencia es un potente indicador de otros problemas más graves en la interfaz.
¡Gracias Lucas!
Hace muchos años, mientras en clase mostraba la imagen que se ve aquí abajo, Lucas (no recuerdo el apellido) gritó desencajado:
– ¡Pero no se ve si es el texto es de arriba o de abajo!
Bromeando con los alumnos, bautizamos el problema como Mal de Lucas, y el nombre quedó para designar el error en el que no se sabe si un elemento de la pantalla, muy frecuentemente un texto o un botón, está agrupado con el contenido de arriba o con el de abajo.
Lucas tiene el mismo problema que Ali Babá. Es muy pero muy habitual escuchar "este es mas ladrón que Alí Babá". Error: todos somos más ladrones que Alí Babá porque él era el más honesto entre los honestos, al que perseguían los ladrones que tenían la puerta protegida por la contraseña más conocida del planeta: "ábrete sésamo". Lucas es quien descubrió el mal, no quien lo padece. Salvando las diferencias es como Chagas.
Bromas aparte, es llamativa la ubicuidad del Mal de Lucas, que aparece una y otra vez en las interfaces de sitios y aplicaciones. Es un síntoma bastante poderoso del foco en lo gráfico frente a lo interactivo y un buen predictor de que la interfaz tiene otros errores, tal vez más relevantes.
Agrupando correctamente
Prevenir el Mal de Lucas supone utilizar todos los elementos gráficos disponibles para que la agrupación se realice 100% a nivel miro y entiendo, sin concesiones.
El elemento gráfico más sencillo y potente es el espacio: la mayoría de las veces alcanza con dejar un espacio visiblemente menor con el contenido que queremos agrupar que con el resto, como en el título "Agrupando correctamente" que encabeza este apartado unas líneas más arriba.
A partir de allí comienza el uso de otros elementos gráficos: fondos, lineas o recuadros, la mayoría de las veces muy pero muy sutiles, que le permiten al ojo agrupar instantáneamente, sin que ello implique que el elemento gráfico irrumpa en el primer plano. Es increíble como a veces una línea gris muy clarito, que ni siquiera abarca todo el ancho hace el trabajo con eficiencia y eficacia.
La solución del Mal de Lucas por parte de cuatro tiendas OnLine.
Nótese como de izquierda a derecha va empeorando la agrupación, al punto que en el cuarto el botón "Agregar" está más cerca del producto siguiente que del que realmente va a agregar.
La excelencia está en los detalles
La interacción no tiene un punto único de falla, un lugar que debemos encontrar para colocar allí la llave del éxito, dar un par de vueltas y abrir la puerta que conduce a la excelencia. Por el contrario, la excelencia se forma por la acumulación de una miríada de detalles. La capacidad que tenga el equipo de diseño para resolver correctamente todos y cada uno de los detalles es lo que hace la diferencia entre una interfaz promedio y una excelente.
Y no es que en una interfaz promedio no se puedan resolver las tareas. Hasta la interfaz más aberrante se puede usar. El problema de esas interfaces es la presencia de una importante cantidad de errores como el Mal de Lucas generan un roce permanente, una fricción que dispara constantemente al nivel pienso y entiendo pequeñas tareas que debían haber sido resueltas al nivel miro y entiendo. La interacción no fluye, se hace más pesada, se cometen más errores, muchos de ellos muy tontos. Y si hay algo que los usuarios odian es sentirse tontos.
Internet es un medio exigente y hostil, donde es mucho más fácil fracasar que sobrevivir, ni que hablar de tener éxito. Y la calidad de la interacción es un convidado de piedra de la batalla por la supervivencia. Es muy difícil, si es que los hay, encontrar proyectos rentables con una calidad de interacción pobre. Por eso, si quiere tener un sitio o una aplicación saludable desde todo punto de vista, debe trabajar decididamente en los detalles, y corregir el Mal de Lucas es sin lugar a dudas un buen comienzo.
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